miércoles, 4 de enero de 2012

Today: Huge Concert

Y creo que he sabido acercarme peligrosamente al delirio. Mientras las notas musicales y el retumbar de los bombos y los bajos me llegaban como un susurro ensordecedor, por mi mente no pasaba el mas mínimo rastro de pensamiento formal. Al calor del alcohol (Y... otros), mi cerebro bullía en un abrumador coctel químico. Recorrí con la mirada todo el recinto sólo para darme cuenta que no tenía la más mínima idea de qué estaba haciendo, por qué recorría con la mirada el recinto, aún así, lo recuerdo todo, todo lo que hice, todo lo que dije. Sumergido en el acuático vórtice de la disolución, entré en contacto fronterizo con el delirio. Mi identidad se suspendió momentáneamente y mis alrededores se convirtieron en un etéreo juego de colores y luces. Las demás personas comenzaron a constituir recuerdos de eventos futuros, el tiempo se torció para patearme justo por detrás, mi cuerpo se movía arrítmicamente como tratando de salir del vórtice, pero el volver a girar, el volver a dejarme llevar al oscuro centro me alegraba y me alegraba porque mi pasado desapareció, mi presente de hizo más vívido y mi futuro se fragmentó. Me asusta cómo me gusta ése estado, cómo, si alguna fuerza mayor a mí me ofreciera la permanencia eterna en ése estado, yo lo aceptaría sin pensarlo dos veces... me aterroriza ése vórtice pero me atrae la belleza inconmensurable de ése oscuro centro, de ese vacío eterno.

Hoy, he logrado llegar nadando a las costas de la cordura, con la boca llena de agua salada y bilis, con el cuerpo mojado y los labios secos, sólo para encontrarme de nuevo con la inexorable montaña del pasado, el apenas vislumbrable destello del presente y la angustiosa ausencia de futuro. [S]

lunes, 2 de enero de 2012

Different view

Hoy recibí mis gafas, es la primera vez en la vida que usaré este elemento y aún no se qué tan incómodo me resultará usarlo. No me incomoda el hecho de tener que andar todo el día con esas vainas sobre mi nariz y mis orejas, me incomoda algo un tanto mas psicológico. Anteriormente, en mi universidad o en la calle, no podía distinguir a la gente por su rostro, siempre los vi difusos a cierta distancia lo cual dificultaba que pudiera saludarlos. Dado éste inconveniente opté por usar otro tipo de características más visibles a larga distancia y fue así como empecé a observar detalladamente a la gente y traté de aprender a reconocer a la gente por detalles como su vestimenta usual, el color y el diseño de sus maletines, la manera como caminaban o la manera como movían sus brazos para expresarse o al desplazarse de un lado a otro. Eso, en cierto sentido, agudizó un tanto mi capacidad de observar cómo se comportaba la gente, cómo cambiaban su distintas vestimentas, cuáles eran sus sitios favoritos para estar y eso me daba referencias tanto geográficas como conductuales de la gente (claro, no pretendo ser un observador muy agudo precisamente, le recuerdo al amable lector que tengo miopía y astigmatismo :P). Ahora que con lentes puedo ver más lejos y con mayor nitidez los rostros de la gente, no sé como pueda eso afectar la manera en la cuál observaba a la gente, siento que éstos lentes obrarán un cambio psicológico considerable en mí y lo que me incomoda es no saber si para mejor o para peor. A pesar de que observar a la gente como lo hacía antes me agradaba bastante, también agotaba mi vista, me cansaba rápido. ¿Ver u observar? he ahí la cuestión...